En forma desesperada buscando un tema musical, que siempre quedó como prendido a mis recuerdos... La letra comenzó a nublarse hace mucho tiempo en mi mente... quedando solamente un trocito en mi mente... pasaron muchos días, hasta que aquella canción volvió a mi mente, la encontré y comencé a escucharla... me llevo de inmediato al pasado del colegio... al pasado del Instituto, y me sonreí... el paisaje... la laguna y los árboles frondosos llenaron satisfactoriamente mis recuerdos, llenándome de nostalgias y añoranzas de todo aquello que me brindó momentos imborrables.
El paseo del curso...
Nuestros padres, en mi caso mi mamá, asistían cada mes a reunión de Padres y Apoderados del curso, cuya reunión nos ponía a todos muy nerviosos... especialmente por las notas y que decir de la conducta, y pensándolo bien ... era buena la conducta del curso o quizás mi mente juvenil no veía maldad en nuestras travesuras... Un día estábamos en clases de Historia con una profesora más que buena, tenía una paciencia de santa y como el escritorio quedaba distanciado de nuestros bancos... desde el final y a raz de suelo salió disparado un zapato de un compañero... fue realmente gracioso... quedamos todos fríos y la profesora con tamaños ojos .... porque el zapato le llego justo a sus pies y lo peor es que estábamos en prueba... pasado el asombro comenzamos a reírnos y nuestra maestra dijo -quién fue el gracioso-, obviamente según el que se encontraba sin el zapato, dijo - señorita no sé que pasó, parece que me sacaron el zapato y no me dí cuenta-. Hasta ahí nos dimos cuenta que la cosa se ponía feísima... pero, nuestra maestra de Historia y Geografía nos dijo -ya veremos este asunto cuando terminen la prueba- ... ahí sentí que la cosa se me ponía más fea... mejor dicho se nos ponía fea a todos..
En aquellas reuniones de nuestros padres... yo siempre pensé ¿como sería una reunión de mi curso?.. ¿qué hablarían?... ¿nos acusaría el profesor jefe? y ¿qué pensaría mi madre de mí? ya que yo le contaba las maldades que hacían mis compañeros y nunca me incluía yo en ellas... mi santa madre me miraba orgullosa porque eran los demás los maldadosos y su hija un ejemplo de conducta... y ahora pienso que nunca le dije la verdad y ella siempre me creyó... Y cuando comenzaba la reunión de apoderados, algunos de nosotros acompañábamos a nuestros apoderados y cuando comenzaba la reunión nosotros muy calladitos mirábamos y escuchábamos por las ventanas... mi mamita se veía radiante no creía nada de lo que nos acusaban, porque ella tenía un secreto guardado.. eran los otros y yo no.
En una de esas reuniones se gestó el ansiado paseo del curso, con gran sacrificio por parte de ellos, y no me daba cuenta en ese entonces de que juntar dinero cuesta y en especial cuando la familia es larga y los hermanos también estudian. Como yo no pensaba en tanto sacrificio... llegó el momento esperado y ya instalados en el bus partimos al gran paseo de fin de año con algunos apoderados y con el profesor de química, el profe jefe... que me quitaba el sueñito, ( era un secreto). Partió el bus.. íbamos cantando chacoteando y riéndonos a más no poder... con las bromas y apodos que nos teníamos... íbamos muy bonitas y coquetas... llenas de ilusiones...
Y... LLEGAMOS...
Los chalones al suelo... estirados... todo alegría... las notas y los problemas... ahí no existían, las penas particulares desaparecieron... tanto así... que el mundo dejó de girar a mi alrededor... el lugar solitario, hermoso con unos árboles gigantes una laguna soñada y un caminito de tierra... los helechos y las hojas en el suelo y los rayitos de sol escurriéndose por entre medio de las altas y tupidas ramas...
Los apoderados nos sirvieron café y pan, sentados en los chalones o frasadas, disfrutamos ese rico té... ¡calentito!... las tallas y las risas inundaban el lugar y mientras tomábamos el desayuno los apoderados comenzaban a sacar las cosa para el rico almuerzo que nos servirían pasado el medio día. Fui a mirar... había montones de ensaladas, queques para la tarde... fruta a destajo... pan... bebidas y..... muchísima carne... Comeríamos carne asada... le comenté a mi amiga lo que había visto... chachareamos un poco más y salimos a caminar... conversamos y conversamos... se nos hacia poco el tiempo para contarnos tantas cosas... ¡que gran felicidad!... fue lindo disfrutar con los compañeros de curso en aquella edad que despertamos a una adultes que jamás se imaginó... porque nadie sabe su futuro y menos que esos amigos fieles y queridos de ese entonces, como quizás estilo Peter Pan... eternamente jóvenes.... pero ya se encargará el tiempo de mostrar que ese mundo irreal no existe y el tiempo se nos fue en un abrir y cerrar de ojos.
Después de almorzar un trozo gigante de carne, muchas ensaladas, bebidas y postre... el Señor de química nos reunió y nos hablo bastante firme y al final nos dijo que estábamos libres de tal a tal hora para recorrer el lugar... bueno dudosamente mi amiga y yo tomamos rumbos diferentes, que no viene al caso contar por ahora y a estas alturas de mi vida... pero si.... en mi mente se quedó un tema musical que por esos días era favorito de las radios y la tocaban a cada rato y es el tema que me trajo estos lindos recuerdos desde algún lugar del pasado.
-El río de Miguel del Rio, español-
0 comentarios:
Publicar un comentario