lunes, 31 de marzo de 2008

Cerebros lentos

Los años son como el oxido en el metal, el cerebro lentamente va decayendo y en especial en las personas más simples, en las que con un respiro en la vida al correr de los años, pueden alcanzar un poco la tecnología... Todo complicado y difícil comprender, -que nos dice la juventud actual a los mayores - ah es fácil y se puede- nos quedamos en las manos con un celular que de poco nos sirve la gran tecnología que encierra.. ¡es para cerebros rápidos y jóvenes o bien para los que han llevado una vida activa y fuera de la casa.

Ha cambia todo velozmente aparece el metro con su sin fin de vericuetos. Cada autoridad que sube a un cargo importante desea hacer cambios y dejar huellas, ¡que pretensión!... ya vendrá algo más moderno y hasta lo nuevo de hoy mañana sera inservible.

Ya pocos votan por lo tradicional... corren desenfrenadamente ¿no se a dónde?... en vacaciones los uniformes, en los uniformes fiestas patrias, en fiestas patrias navidad, en navidad vacaciones y así un rodar sin fin... siempre pillados en el tiempo, no podemos disfrutar nada, siempre adelante y nunca el presente se puede vivir. Y mi cerebro que pide calma para entender y sincronizar las piezas de la tecnología, no puede no hay tiempo, y tras larga espera y de intentos fallidos se logra dar un pequeño poso.

No hay respeto por la calma, no hay respeto por lo natural, no hay respeto por lo que debe permanecer en beneficio de los años venideros... pasar por una tienda y vivir el dulce recuerdo que aquello nos proporciona... Son cosas sin importancia se dirán..

Mi celular y sus muchas opciones ¿excelentes?... pero para dominarlo necesito calma y se vive tan de prisa que al final sólo contesto y lo guardo... hoy estoy tratando de aprender a sacar fotos... ¿cuánto me demoraré con mi cerebro lento?.

sábado, 29 de marzo de 2008

Una Canción en un Paseo de curso

En forma desesperada buscando un tema musical, que siempre quedó como prendido a mis recuerdos... La letra comenzó a nublarse hace mucho tiempo en mi mente... quedando solamente un trocito en mi mente... pasaron muchos días, hasta que aquella canción volvió a mi mente, la encontré y comencé a escucharla... me llevo de inmediato al pasado del colegio... al pasado del Instituto, y me sonreí... el paisaje... la laguna y los árboles frondosos llenaron satisfactoriamente mis recuerdos, llenándome de nostalgias y añoranzas de todo aquello que me brindó momentos imborrables.

El paseo del curso...
Nuestros padres, en mi caso mi mamá, asistían cada mes a reunión de Padres y Apoderados del curso, cuya reunión nos ponía a todos muy nerviosos... especialmente por las notas y que decir de la conducta, y pensándolo bien ... era buena la conducta del curso o quizás mi mente juvenil no veía maldad en nuestras travesuras... Un día estábamos en clases de Historia con una profesora más que buena, tenía una paciencia de santa y como el escritorio quedaba distanciado de nuestros bancos... desde el final y a raz de suelo salió disparado un zapato de un compañero... fue realmente gracioso... quedamos todos fríos y la profesora con tamaños ojos .... porque el zapato le llego justo a sus pies y lo peor es que estábamos en prueba... pasado el asombro comenzamos a reírnos y nuestra maestra dijo -quién fue el gracioso-, obviamente según el que se encontraba sin el zapato, dijo - señorita no sé que pasó, parece que me sacaron el zapato y no me dí cuenta-. Hasta ahí nos dimos cuenta que la cosa se ponía feísima... pero, nuestra maestra de Historia y Geografía nos dijo -ya veremos este asunto cuando terminen la prueba- ... ahí sentí que la cosa se me ponía más fea... mejor dicho se nos ponía fea a todos..

Pero... no nos pasó nada y la querida profesora jamás nos tocó el tema... bueno y nosotros tampoco... a decir a verdad, tampoco nos colocó malas notas... ni anotación negativa al curso.

En aquellas reuniones de nuestros padres... yo siempre pensé ¿como sería una reunión de mi curso?.. ¿qué hablarían?... ¿nos acusaría el profesor jefe? y ¿qué pensaría mi madre de mí? ya que yo le contaba las maldades que hacían mis compañeros y nunca me incluía yo en ellas... mi santa madre me miraba orgullosa porque eran los demás los maldadosos y su hija un ejemplo de conducta... y ahora pienso que nunca le dije la verdad y ella siempre me creyó... Y cuando comenzaba la reunión de apoderados, algunos de nosotros acompañábamos a nuestros apoderados y cuando comenzaba la reunión nosotros muy calladitos mirábamos y escuchábamos por las ventanas... mi mamita se veía radiante no creía nada de lo que nos acusaban, porque ella tenía un secreto guardado.. eran los otros y yo no.
En una de esas reuniones se gestó el ansiado paseo del curso, con gran sacrificio por parte de ellos, y no me daba cuenta en ese entonces de que juntar dinero cuesta y en especial cuando la familia es larga y los hermanos también estudian. Como yo no pensaba en tanto sacrificio... llegó el momento esperado y ya instalados en el bus partimos al gran paseo de fin de año con algunos apoderados y con el profesor de química, el profe jefe... que me quitaba el sueñito, ( era un secreto). Partió el bus.. íbamos cantando chacoteando y riéndonos a más no poder... con las bromas y apodos que nos teníamos... íbamos muy bonitas y coquetas... llenas de ilusiones...

Y... LLEGAMOS...

Los chalones al suelo... estirados... todo alegría... las notas y los problemas... ahí no existían, las penas particulares desaparecieron... tanto así... que el mundo dejó de girar a mi alrededor... el lugar solitario, hermoso con unos árboles gigantes una laguna soñada y un caminito de tierra... los helechos y las hojas en el suelo y los rayitos de sol escurriéndose por entre medio de las altas y tupidas ramas...

Los apoderados nos sirvieron café y pan, sentados en los chalones o frasadas, disfrutamos ese rico té... ¡calentito!... las tallas y las risas inundaban el lugar y mientras tomábamos el desayuno los apoderados comenzaban a sacar las cosa para el rico almuerzo que nos servirían pasado el medio día. Fui a mirar... había montones de ensaladas, queques para la tarde... fruta a destajo... pan... bebidas y..... muchísima carne... Comeríamos carne asada... le comenté a mi amiga lo que había visto... chachareamos un poco más y salimos a caminar... conversamos y conversamos... se nos hacia poco el tiempo para contarnos tantas cosas... ¡que gran felicidad!... fue lindo disfrutar con los compañeros de curso en aquella edad que despertamos a una adultes que jamás se imaginó... porque nadie sabe su futuro y menos que esos amigos fieles y queridos de ese entonces, como quizás estilo Peter Pan... eternamente jóvenes.... pero ya se encargará el tiempo de mostrar que ese mundo irreal no existe y el tiempo se nos fue en un abrir y cerrar de ojos.

Después de almorzar un trozo gigante de carne, muchas ensaladas, bebidas y postre... el Señor de química nos reunió y nos hablo bastante firme y al final nos dijo que estábamos libres de tal a tal hora para recorrer el lugar... bueno dudosamente mi amiga y yo tomamos rumbos diferentes, que no viene al caso contar por ahora y a estas alturas de mi vida... pero si.... en mi mente se quedó un tema musical que por esos días era favorito de las radios y la tocaban a cada rato y es el tema que me trajo estos lindos recuerdos desde algún lugar del pasado.
-El río de Miguel del Rio, español-

viernes, 28 de marzo de 2008

Reminencias estudiantiles

Viajé desde mi ciudad natal de aromas a mineral y manzanas.
Viajé al ruidoso mar... a una ciudad bella.
Viajé trayendo un cúmulo de ilusiones...

Viajé tan lejos ... y nunca me dí cuenta que de entre las cosas que me traje para continuar viviendo... venía un baúl calladito y escondido... y...¡que nunca supe sentir su presencia en mi alma... y que de escondido jamás le encontré!...
Hasta que una hada del pasado y de delantal blanco... me tocó con su voz suave...
y el mundo y el baúl se abrió...
saltando por el espacio del lugar... miles de sueños, añoranzas y esos recuerdos imborrables... que hoy comienzan a brotar y a revivir como antaño....
Gracias amiga... gracias por tu voz y por ser ese nexo maravilloso del pasado, que iré sintiendo con tanto amor y afecto por lo feliz que fui... en esa gran y pequeña etapa de mi adolescencia.
Escorpión/

lunes, 24 de marzo de 2008

Viaje al Cine

Volviendo algunos años atrás... recuerdo... fue un buen día muy especial. Cerca de las dos de la tarde y luego de almorzar... partimos al cine, llenas de alegría entusiasmadas por aquella película que en unos minutos más estaríamos viendo... disfrutando del cantante y de su voz inconfundible y de su presencia varonil.... que tanto atraía a mi madre.

Sentadas ya en las cómodas butacas de la platea, en la pantalla comienza la película que nos volvía locas a las dos... atrás, fuera del cine quedaron todas las preocupaciones y problemas de mi madre... Comenzó la película "La Novia" por Antonio Prieto y entramos a vivir la emoción... eramos parte del guión, sufriendo por ese amor y lo culminante fue cuando el canta el tema central La novia y ella la actriz se esta casando con otro hombre y no con Antonio Prieto. Nos corrían las lágrimas por la cara, el cine era todo silencio,ya ni me acuerdo en que termina ese película, lo que no me olvido son de los ojitos de mi madre que estaban rojos de tanto llorar y lo único que ella hacia era tratar de reír cantando bajito... -blanca y radiante va novia, le sigue atrás un novio amante y que al unir sus corazones-

Al volver a casa, mi madre me dijo, que el amor para ella ya no existía y que sus únicos amores eramos nosotros cuatro... que eramos sus ¡hijos!.


miércoles, 19 de marzo de 2008

¿cual era tu felicidad?

Recordando tu vida... y en el tiempo que vivimos juntas no recuerdo que te hacia sonreír... de verdad mamá, eras una mujer triste... que lástima no haber sido mayor para comprender tantas y tantas cosas que en ese ayer sólo se iban acumulando ... como recuerdos y que drásticos son hoy... no tienen piedad y se dejan caer como rocas oscuras sobre mi ser ya cansado... pero... nunca con tanto dolor como el tuyo.

Te recuerdo con tu pelo crespo, tu tersa piel... como el de una niña... esos ojitos apenados... tu cuerpo rellenito y tus vestidos... ¡mamá!... que paz en aquellos días junto a la abuela... ella cosía que cosía... ¿mamá que te hacía feliz en ese entonces?.

Cada vez que venías a casa, que era muy a lo lejos, nos íbamos al Puerto y te reías tanto de mí... porque yo me sentía tan alegre... escuchando las tallas de los vendedores de pescado y entre chacota y chacota se nos iba el rato...las bolsas se llenaban con lechugas, limones, fruta y lo principal ¡el pescado fresco!... era tu debilidad... volvíamos a casa cocinábamos y freías el pescado y ahí eras feliz... juntas disfrutábamos ese plato de comida... aquella paz entre nosotras, aquella complicidad de amigas... que será difícil de encontrar nuevamente... momentos compartidos. Y pensar que con tan poco, nosotros tus hijos, te hubiésemos echo ¡tan feliz!...

Te hacía feliz compartir la mesa, preparar empanadas, humitas y las famosas sopaipillas para el desayuno... y que decir de los chicharrones de chancho... que comíamos a escondidas, nos retaban porque decían que nos hacia mal y además eramos cochinas por comer grasa... total mamita... que importa... si disfrutábamos esos panes batidos rellenos de chicharrones con la tacita de té.

Pero hay algo que te encantaba y era cantar , hoy recuerdo tu voz y de tantas canciones que tarareabas en tu soledad, una de ellas es la que me más conmueve "los peces en el río" ... es ilógico para el resto del mundo entender un recuerdo... cuando no se ha vivido... y a mi me basta con sentirte cerca de mí al recordar parte de tu vida...

Sentada en la mesa esperando el plato de sopa caliente hoy vuelvo a sentirme niña en estos recuerdos... los desayunos de día domingo en el patio de nuestra casa... Un recuerdo fantástico es aquel cuando esperábamos el desayuno muy temprano... el olor a la tierra recién mojada el durazno y los claveles del fondo que daban ese toque mágico a nuestro hogar...

Y... ahí vienes tú con una fuente grande llena de huevos cocidos para servirnos ... que griterío se formó... estábamos locos de contentos y tú... estabas maravillosa... eres la mamá más linda del mundo y como tu decías siempre, que yo la mayor -era la hija del amor- y tu regalona, me distes más que a mis hermanos y ellos se taimaron... al final todos reímos y el desayuno se prolongó por varias horas .

sábado, 15 de marzo de 2008

Delantales blancos

Mirar el pasado de mi madre... es volver a un tiempo de tranquilidad y temor. Qué tenía ese hombre, mi padre, que causaba tanto temor a mi madre... él era un ser extraño, pero yo fui siempre su regalona y así pude conseguir algunas cosas de él en favor de mi madre.

Siempre viví una loca odisea. siempre estaban separados y mi madre como lo amaba volvía una y otra vez con él y en sus reencuentros ella siempre quedó esperando un hijo y una y mil veces regresó a casa de mi abuelita con sus ropas en bolsas y con nosotros a cuestas...los moretones de su cuerpo eran como cosa natural, desde pequeña su sufrimiento me acompañó y a ese hombre mi padre no sé si yo lo amaba o lo odiaba, creo que nunca lo sabré.

Un recuerdo crudo y a muy temprana edad...

Un día en la mañana... temprano... sentí el llanto de mi madre desde el patio de la casa, corrí a mirar que le sucedía, fue la primera vez que me ví frente a un hombre agresivo y golpeador, estaba como abrazado de mi madre dándole patadas en las piernas y dándole golpes en su cara... Grite y Grite... pero yo era tan pequeña que él ni siquiera me miró... desesperada volví la mirada hacia el fondo del patio. Nuestra casa deslindaba con una escuelita pública y la división era de malla de alambre, lo único que mi mente tiene fijo son delantales blancos inmóviles apegados a los alambre... no recuerdo miradas... no recuerdo edades... nada, ahora pienso y creo que serían caritas triste mirando quizás una escena conocida en sus hogares o bien caritas infantiles incrédulas de lo que estaban observando, en segundos me dirigí corriendo hacia una escobita chica... la tome y comencé a pegarle a mo padre en las piernas, si es que se puede decir pegar... era yo tan pequeña y el un adulto infame, y proseguí dándole escobazos... tanto insistí con mis golpecitos que él se volvió, me miró... soltó a mi mamá... se dio media vuelta y se fue al trabajo sin decir nada. Me abrace de mi madre y cuando me solté de su regazo miré sus piernas y estaban sangrando ... ¿que puede hacer un a niña tan chica?...solamente mirar... empezando a aprender lo que es el dolor y la injusticia hacia una mujer.

Ahora siento gran dolor en mi pecho por ese recuerdo que esta vivo en mi mente... ¡podré perdonar algún día a mi padre!...

viernes, 14 de marzo de 2008

Sin tí nada sería... mamita

Cuando se esta muy feliz o cuando se esta muy triste... o cuando sólo vivimos por vivir, siempre, siempre nos acompaña esa mujer que nos dio parte de sus entrañas... a la cual desgarramos sus carnes por llegar a este mundo... su dolor de caderas ... sus gritos... su cara transpirada y amoratada por la fuerza que hace por uno... En un momento todo se detiene y ese llanto nuevo apaga las lágrimas del dolor y como magia renovada ese dolor desaparece y... ríe y llora de felicidad ¡nací!... y todo cambio para ella... mi madre la leona defensora... la triste... la golpeada por mi padre... la sin amor... si ella... ¡mi madre!
Esa gran mujer, cuyo único norte eramos sus hijos... pasó por este mundo y el día que me muera yo me gustaría que viviera eternamente en la mente del mundo... y no sé que hacer para que así sea, una mujer así... no merece dormir eternamente, como si nunca hubiese existido, pero existió y de la única forma de que no seas olvido perpetuo es cada día contar parte de tu vida y así será. Es el homenaje de tu hija que nunca podrá conformarse con tu triste partida

martes, 4 de marzo de 2008

Máquina del tiempo

No hay una forma de subirse a una nave del tiempo concreta... donde se llegue a la hora justa y precisa del momento deseado, para volver a sentir en la piel y en el alma aquello que pasó y marcó un momento inolvidable que en el pasado y que se fue diluyendo con el pasar del tiempo... porque todo ha cambiado en estos años y ha cambiado de tal forma que ya hasta para ir a Santiago no se como movilizarme, me aterra perderme... hay... me parece que los viejos hemos perdido la partida desde ya, y a los cuarteles de invierno debemos meternos... pero nó... me revelo... pero no saco nada... por eso quiero mi máquina del tiempo, para mí y mis amigos ¡para volvernos a encontrarnos! y tirados en el pasto del patio del colegio, a la hora del recreo, volver a conversar y volver a ser cómplices de tantas tonteras que nos alegraron la vida juvenil... ¡creo que no eran tonteras!... sino... que simplezas de amores juveniles, que llenaban nuestras vidas en una etapa que en ese tiempo no sabíamos lo importante y maravilloso que eran esos momentos compartidos.

lunes, 3 de marzo de 2008

Como el ave fénix

Renacer de entre las cenizas de la vida... y caminar lentito por el pasado... es apuñar, apretar, silenciar y gritar... aún hay vida para reír... mover los hombros y decir ¡no estoy muerta! y a estas alturas de mi vida... poder gritar ¡vivan los recuerdos!... música, paisajes anécdotas, cuadernos y largas horas de convivencia en un banco de colegio... ahora digo con propiedad... Juventud divino tesoro, que sostiene el peso de toda una vida... que alienta y nos hace sonreír y revivir... me hace sentir que en algún lugar del mundo alguien pronuncia mi nombre con dulce placer y amistad... ¡y la soledad se comienza disipar lenta ... pero segura!...
No soy un ave fénix... pero como mortal siento que me invade una sensación exquisita, como un manantial de esos que hablan los libros... escondido en un bosque, rodeado de misterio... y me sumerjo en él y siento volver en el pasado y por Dios que siento que hasta mi piel es tersa y nueva a pesar de no ser así... Pero la que vivía escondida en mi pecho... aquella hoy comienza a mirar con esperanza el primer día del resto de la vida, entre fantasía y realidad ¡voy a ser feliz por mí!.