Con las ansías de alcanzar la paz esquiva... las palabras se vuelven nada y escapan por el aire y quedamos mudos y ese paisaje maravilloso que nuestros cansados ojo miran no entran en el alma para describirlo como deseamos y lo más típico es escuchar una canción que hable por mi y me fundo en el pasado lluvioso y tibio de mi hogar en Rancagua... y vuelvo a nacer y vuelvo a vivir.
martes, 12 de febrero de 2008
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