domingo, 24 de febrero de 2008

Árbol

La vida nos propone miles de árboles... los pone a lo largo de este caminar... atractivos todos y pasamos y no miramos su follaje ni su forma de caer al viento... y ellos en su mudo lenguaje nos hablan... a veces en el silencioso bosque se cree escuchar un quejido... como un lamento quejumbroso de tantos años vividos sin lograr ver el maravilloso mundo existente... y pasamos y pasamos frente a ellos ignorándolos, sin pensar que somos lo único que cambia en su lento vivir.

Hoy ha comenzado uno de aquellos árboles a dormirse lentamente... sus ramas que anidaron a tantas aves y que tantas veces sin medir sus fuerzas se enfrentó a la tormenta cruel y violenta... por defender las indefensas avecillas que apenas piaban.. hoy quiere dormir... hoy quiere volar como un pájaro libre, dejando atrás sus raíces que le aprisionan..¡y ya se cansó...! el cielo azul le atrae.. el viento lo llama y quiere abandonar esta vida... porque sus ramas cansadas ya no se sostienen y la gravedad pronta se las quiere arrancar... y su dolor es intenso... Y ese árbol que siempre quiso pasar por este mundo sin molestar a nadie... siempre observando... sin quejas... sin llanto... hoy yace ladeado al costado del camino... y su raíz aflojando minuto a minuto y un día cercano caerá a la tierra... invocando al gran Dios que ahí va... dando gracias por su existir, sin mensionar jamás su callado sufrir... tanto así que todo lo doloroso... ¡hasta lo llegó a olvidar!.. no hubo leñador que hundiera su hacha en su tronco... no hubieron avecillas ingratas... sólo vivió.. y hoy en paz espera el fuerte ventaron que le dará lo que desde siempre buscó... la paz y la libertad que no conoció jamás... Las raíces lo aprisionaban... y sin queja alguna.. se mece al viento... esperando la calma que viene... ¡trayéndole la ansiada paz del feliz descanso!.

viernes, 15 de febrero de 2008

La fantasía


Siempre el hombre lleva en su interior la fantasía de su niñez... sin saber que esa flama tenue... es la pureza del alma que puede apagar los fuegos malos que abrazan y destruyen lo bueno que en el fondo somos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Ir al fuego

En los momentos que hoy se viven en la ciudad... cada día cuesta más bajar la velocidad del tiempo y encontrar ideales en las personas, ya que algunas buscan sólo beneficios personales sin mirar el verdadero sentido del dolor... y lo indefenso que es el ser humano ante algo que no puede dominar, en especial, cuando está acostumbrado al dominio de todo lo que le rodea... pero hay cosas que ni siquiera llorando o gritando hasta la enagenación se podemos evitar. Son cosas tremendas y ninguna es mejor que la otra... todas nos llevan a la misma desesperación pero la muerte es la reina de todas.

Hace un tiempo atrás camino a mi trabajo, vi una escena que me causo desaliento, puede que para otros sea motivo de nada y así debería ser... pero pienso... que sólo estoy de paso por este valle de la vida... Aquí en mi ciudad se han colocado unos receptaculos para la basura bien grandes y altos ya los antiguos tarritos de la basura.. ¡no son.. no estan..! incluso las bolsas de plástico no están tiradas como antes... resultado los perros han comenzado a morir de hambre, no alcanzan esos gigantes basureros para escabando encontras su sustento diario en lo que a comida se refiere y caminan y caminan por mi ciudad, no, no caminan... trotan sin rumbo... y ese día temprano a orilla de playa en la parte pavimentada estaba sentado un perro grande, nunca tanto, más o menos grande, mirando el horizonte... perdida la mirada en este mar de olas fuertes, estaba como petrificado, el día se veía nubado y solitario... ese perro, era como un animal meditandosu miseria, su impotencia de cansancio y de hambre, y pense ¿cual es la diferencia entre ese perro y un ser humano ante las mismas circuntancias?... como es mi pensamiento... digo ninguna... porque ante las necesidades básicas y sobre todo , el alimento, llevan a la desesperación sin limites...
El fuego llegará de a poco y será Fire.

martes, 12 de febrero de 2008

Hay veces que el día... esta nublado

Con las ansías de alcanzar la paz esquiva... las palabras se vuelven nada y escapan por el aire y quedamos mudos y ese paisaje maravilloso que nuestros cansados ojo miran no entran en el alma para describirlo como deseamos y lo más típico es escuchar una canción que hable por mi y me fundo en el pasado lluvioso y tibio de mi hogar en Rancagua... y vuelvo a nacer y vuelvo a vivir.

sábado, 9 de febrero de 2008

La felicidad

Las ambiciones humanas, tan absolutamente diversas en apariencias, a veces de aspecto tan opuesto, pueden sin embargo reducirce a una sola: alcanzar la felicidad. La humanidad entera y cada uno de los hombres en particular, de la cuna al sepulcro, no hacen otra cosa que seguir en loca carrera tras la felicidad.

La ambición de la felicidad ha sido la gran propulsora que ha dado vida y vigor a toda empresa humana. Ella encendió la antorcha de la ciencia, ella dió alsas a la poesía, fundó la industria y el comercio y puso las pasiones en el corazón humano. Para defender al hombre de los que atentan contra ella se dictaron las leyes, para ayudarse mutuamente a alcanzarla se construyó la sociedad y las religiones se fundaron para enseñar el camino que lleva hasta ella más allá de la vida.

El niño apenas nacido, inconciente aún de sus actos, ya la busca impulsado por el instinto: cuando el niño tiende su mano por vez primera hacia algo que no está a su alcance, realiza el primer esfuerzo para buscar la felicidad;su llanto al no poder coger lo que desea es la primera protesta por no alcanzarla. Mas tarde, en uso ya de su razón, verá surgir ante él el gran signo de interrogación - ¿en dónde está? - Tratará entonces de formarse un criterío, y de acuerdo con sus ideas se lanzará a buscarla: todos sus éxitos serán la consecuencia de una persecución bien encaminada, todas sus desgracias el resultado de buscarla por camino errado. Esta es la ley de todos, regla sin excepción.

Trozo textual / Jorge Varas Sasso -1935




Hoy nace este amigo... mi blog... y juntos emprendemos el resto de mi vida compartiendo lo que mis ojos y mi alma vislumbren en este sendero maravilloso que me tocó vivir... luz y sombra... llanto y risa... vida y muerte... desgracia... felicidad y esperanza.